La boda es uno de los momentos más importantes en una relación de pareja y normalmente se quiere compartir esa celebración con los seres queridos. Hay parejas que sueñan con un evento multitudinario, una boda a lo grande que sea recordada durante años; otros novios optan por algo más discreto con los familiares y amigos más allegados. Pero ¿y si no es así? ¿Y si a alguien le apetece casarse en la intimidad? No es tan raro, eso pasa más a menudo de lo que creemos, así que si es tu caso, sigue leyendo. Puede que te haya pasado por la cabeza irte en plan locura de escapada a Las Vegas, casarte sin gente ni protocolo, sin mucho escándalo, solos vosotros dos… ¿Te atrae la idea?

Bodas íntimas
Eso sí, casarse es algo muy serio y meditado y el modo en que uno quiere hacerlo es una decisión que debe tomarse en pareja, reflexionando detenidamente las cosas, para que luego no haya reproches, ni arrepentimientos. Hacerlo sin invitados no es tan descabellado, al fin y al cabo los verdaderos protagonistas sois vosotros dos y si el amor es lo que reina, es como si no existiera nadie más. Además puede ser divertido o emocionante estar planeando casarte en secreto sin poder contarlo a nadie (pero ojo! que después no se enfaden, especialmente las madres/suegras).

Foto de Pablo Laguia
Si algo recalcamos siempre es que la organización de una boda supone tomar numerosas decisiones y eso para algunos acaba suponiendo un dolor de cabeza. Y no es raro que haya tensiones en los meses previos a la celebración por a quién se invita y a quién no, dónde se celebrará y pequeños detalles que en el fondo carecen de importancia, pero pueden traer muchos altercados. En una boda sin invitados eso no pasa, nada de pensar cómo organizar las mesas para que todo el mundo esté sentado a gusto, cómo entretener a los niños, escoger el tipo de flores, los meseros, el seating plan…nada de invitaciones ni pensar en obsequios de recuerdo que sean útiles y no acaben en la basura o en un cajón. Pero siempre puede haber un photocall original aunque sea para solo vosotros dos.

Foto de DulcineaStudios
Otra ventaja es la ausencia de protocolo y podéis ir vestidos como queráis. Eso no significa que la novia no pueda llevar un pomposo traje de princesa si es lo que le pide el cuerpo, pero si quiere vestirse con sus jeans favoritos y un jersey también está bien, o con un vestido más simple estilo boho… todo vale mientras ambos estéis a gusto. El novio no tendrá que escoger entre traje o chaqué y podéis calzaros vuestros zapatos más cómodos. Nadie os va a criticar ni a opinar al respecto. El banquete puede ser una comida gourmet para dos en un restaurante de lujo para pegaros un capricho, o si sois de gustos menos sofisticados y lo que os hace feliz es una pizza o hamburguesa pues también vale. Y si no, se monta un pícnic posterior que se puede compartir con los más íntimos.

Catering de boda
Eso sí, para que la boda sea legal, recordad que tenéis que pasar por el juzgado a firmar los papeles del matrimonio junto con dos testigos. Ese es el trámite legal, lo demás ya son convencionalismos que os podéis saltar a vuestro antojo. Además, este tipo de celebraciones salen muy económicas y podéis destinar el dinero a un espectacular viaje de luna de miel. Por si necesitáis algunas opiniones de parejas que hayan decidido casarse sin invitados, os recomendamos este artículo de The Huffington post.