¿Por qué no pueden faltar los niños en la celebración de una boda? Tiene un significado, es una tradición y juegan un papel importante en la ceremonia. En cualquier tipo de boda hay un grupo de personas con roles participativos que han sido escogidos por los novios. Hablamos de allegados y seres queridos como los padres, hermanos, los mejores amigos, los hijos, sobrinos, primos… En fin, esos individuos especiales para los novios y que tendrán asignada alguna misión como acompañar a la novia al altar, anunciar su llegada, aguantarle el velo, hacer de testigos de la unión, portar los anillos, dar el discurso de boda o ser las damas de honor y groomsmen.

Bodas con hijos
Los niños representan honestidad, alegría, ternura, sinceridad, espontaneidad y todas esas virtudes inocentes que poseen los más pequeños. Eso (y lo estupendos que están vestiditos para la ocasión) hace que sean figuras imprescindibles en las bodas. De hecho, la presencia activa de los infantes en este tipo de celebraciones es una antigua tradición que tiene origen en la Edad Media. Las princesas acostumbraban a ir al altar junto a miembros infantiles que fueran parte de su familia, estos se encargaban de cuidar el vestido y velar por los regalos a la novia.

Niños en las bodas
Además, “esos locos bajitos” proporcionan a la boda un toque tierno que la hace única y especial, sus ocurrencias seguro que dejarán a más de uno sin palabras. Pero también es beneficioso para ellos encargarles algún papel importante para que se sientan parte de ese gran día y empiecen a familiarizarse con las responsabilidades. Una de las tareas más comunes que se les asigna es, nada más y nada menos, que portar los anillos y las arras, que son los símbolos más transcendentales de la unión.

Portador de anillos
Otra gran misión es la de acompañar a la novia en su camino a dar el “sí quiero”. Son las damas y los pajes quienes anuncian la llegada de la novia con bonitos y originales carteles, le aguantan el velo o abren paso lanzando pétalos y flores.

Carteles para anunciar la llegada de los novios
¿Qué debemos tener en cuenta si vamos a incorporar esa figura a nuestra boda?
– Es recomendable que tengan al menos 5 años o si son más pequeñines que vayan acompañados de algunos mayores, de 7-10 años.
– Imprescindible hacerles sentir importantes y que entiendan que tienen un deber y responsabilidad que se les ha otorgado porque se les quiere mucho. Hay que asegurarse de que no lo interpretan como un juego ni querrán llamar la atención más de la cuenta.

Damas y pajes de bodas
– Realizar un ensayo con los niños antes de la ceremonia, este paso es esencial ya que permite observar el comportamiento y el rol que van a desempeñar.
– Que las vestimentas sean cómodas, no hay que olvidar que son niños y no hay que emperifollarlos ni disfrazarlos. Sobre todo, que no les moleste el calzado ni les incomode demasiado el peinado.

El papel de los niños en las bodas
– Conocer bien la personalidad y carácter de cada pequeño y asignarle la tarea teniéndolo en cuenta. En este sentido, hay que pensar en los niños y no solo en el concepto de la boda, pues son pequeños y no entienden muchas cosas. De allí que hay que tratarlos como tal para que no vayan a perder su esencia.
– Por supuesto, premiarlos al final e incluso realizar un banquete especial para ellos en la recepción.

Niña de las flores
Además, en cualquier boda en la que vayan a haber niños, aunque no participen de ella y sean solo invitados, debemos tener pensado un menú especial, acorde con sus necesidades. No solo eso, también es muy positivo habilitar un espacio para ellos con actividades especiales y entretenimiento. Los padres también lo agradecerán.